lunes, 21 de mayo de 2007

Relación odiosa

Ella: Cariño

El: Dime, cariño

Ella: ¿Tú me odias?

El: Si

Ella: ¿Pero de verdad?

El: Si, de verdad

Ella: Dímelo, necesito oírtelo.

El: Ya te lo he dicho mil veces.

Ella: Lo sé, pero hace tiempo que no me lo dices.

El: Duérmete, es tarde.

Ella: No me dormiré hasta que no me digas que me odias.

El: Te odio.

Ella: Así no. Dímelo de corazón.

El: ¿Qué diablos te pasa? ¿Es que no sabes que mañana he quedado con mi amante a primera hora? Me paso el día fingiendo que trabajo cuando en realidad estoy dando románticos paseos de un lado a otro. Hago el amor 6 veces al día: cinco con ella, las mejores y una contigo. Paso la noche intentando olvidar esos horribles minutos finales del día pensando que por la mañana la volveré a ver y te olvidaré al menos durante unas horas. Me dan grima tus roces nocturnos. No soporto tu voz, tus manías ni tu olor. Tu comida es asquerosa y tu vida hace años que dejó de serlo. ¿Y me preguntas que si te odio? Por supuesto que te odio, cariño. Te odio igual o más que la primera vez que te vi.

Ella: ¿Aún lo recuerdas?

El: ¿Cómo olvidarlo? Tú estabas sentada en aquel banco del parque. Yo paseaba buscando a la desesperada un motivo para vivir. Fue entonces cuando te vi, tan sonriente, tan joven, tan llena de vida. Te odié tanto que ya no pude separarme de ti.

Ella: Oh, como eres.

El: Mírate cariño, estás mas odiosa que nunca.

Ella: ¿Tú crees?

El: Te odio cariño, TE ODIO.

Ella: Yo también te odio, amor mío. Pero duerme, mañana tienes que trabajar.

El: Ya te he dicho que no voy a trabajar. Llevo años diciéndote que te engaño con una preciosa mujer que me mantiene económicamente con la única condición de que no deje de amarla con la misma intensidad.

Ella: ¿Y cómo soporta lo nuestro?

El: Ella sabe que no podría amarla igual si no te odiase a ti de la manera que lo hago cada noche.

Ella: Como te odio…

El: Y yo a ti, cariño.