Relación odiosa
Ella: Cariño
El: Dime, cariño
Ella: ¿Tú me odias?
El: Si
Ella: ¿Pero de verdad?
El: Si, de verdad
Ella: Dímelo, necesito oírtelo.
El: Ya te lo he dicho mil veces.
Ella: Lo sé, pero hace tiempo que no me lo dices.
El: Duérmete, es tarde.
Ella: No me dormiré hasta que no me digas que me odias.
El: Te odio.
Ella: Así no. Dímelo de corazón.
El: ¿Qué diablos te pasa? ¿Es que no sabes que mañana he quedado con mi amante a primera hora? Me paso el día fingiendo que trabajo cuando en realidad estoy dando románticos paseos de un lado a otro. Hago el amor 6 veces al día: cinco con ella, las mejores y una contigo. Paso la noche intentando olvidar esos horribles minutos finales del día pensando que por la mañana la volveré a ver y te olvidaré al menos durante unas horas. Me dan grima tus roces nocturnos. No soporto tu voz, tus manías ni tu olor. Tu comida es asquerosa y tu vida hace años que dejó de serlo. ¿Y me preguntas que si te odio? Por supuesto que te odio, cariño. Te odio igual o más que la primera vez que te vi.
Ella: ¿Aún lo recuerdas?
El: ¿Cómo olvidarlo? Tú estabas sentada en aquel banco del parque. Yo paseaba buscando a la desesperada un motivo para vivir. Fue entonces cuando te vi, tan sonriente, tan joven, tan llena de vida. Te odié tanto que ya no pude separarme de ti.
Ella: Oh, como eres.
El: Mírate cariño, estás mas odiosa que nunca.
Ella: ¿Tú crees?
El: Te odio cariño, TE ODIO.
Ella: Yo también te odio, amor mío. Pero duerme, mañana tienes que trabajar.
El: Ya te he dicho que no voy a trabajar. Llevo años diciéndote que te engaño con una preciosa mujer que me mantiene económicamente con la única condición de que no deje de amarla con la misma intensidad.
Ella: ¿Y cómo soporta lo nuestro?
El: Ella sabe que no podría amarla igual si no te odiase a ti de la manera que lo hago cada noche.
Ella: Como te odio…
El: Y yo a ti, cariño.