lunes, 10 de diciembre de 2007

La balada del Príncipe que no sabía reír



Ya es veintitrés
se lamenta el Rey
su hijo no sabe reír y así
jamás podrá ser rey.

Se ofrece un buey
dos vacas y un corcel a aquel
que haga reír a este bebé.

Se presentó el Posadero
con siete tinajas de vino
"Si el niño se pone fino,
reirá, reirá, reirá".

Se presentó la Puta,
se desnudó
"Toca niño y ríe,
ríe por favor".

Bufones fueron pasando
se contaban de cien en cien,
"Míranos niño y ríe,
ríete de una vez".

El Rey desesperado,
gritó,
le alzó la mano al niño,
y el bebé por fin rió.

Cuentan por ahí
que el Rey se fue
que a veces puede oírse
la risa del bebé
con los llantos de aquel Rey
y el relinche del corcel
y el mugido de aquel buey...