La balada del Príncipe que no sabía reír
Ya es veintitrés
se lamenta el Rey
su hijo no sabe reír y así
jamás podrá ser rey.
Se ofrece un buey
dos vacas y un corcel a aquel
que haga reír a este bebé.
Se presentó el Posadero
con siete tinajas de vino
"Si el niño se pone fino,
reirá, reirá, reirá".
Se presentó la Puta,
se desnudó
"Toca niño y ríe,
ríe por favor".
Bufones fueron pasando
se contaban de cien en cien,
"Míranos niño y ríe,
ríete de una vez".
El Rey desesperado,
gritó,
le alzó la mano al niño,
y el bebé por fin rió.
Cuentan por ahí
que el Rey se fue
que a veces puede oírse
la risa del bebé
con los llantos de aquel Rey
y el relinche del corcel
y el mugido de aquel buey...