miércoles, 26 de diciembre de 2012

Sade / Dickens


La diferencia entre Dickens y Sade es la diferencia entre lo bello y lo sublime. En las historias de Dickens, el bien se encarna en un héroe que se encuentra en un mundo perverso. Pero el héroe o heroína, con mayor o menor dificultad, hace su camino; encuentra una brecha en la perversidad, se enfrenta a ella y la derrota con la ayuda de la suerte o de algún otro pequeño héroe. En Sade, en cambio, la perversidad se despliega en toda su grandeza, ella se muestra como irresistible y fatal. El bien es arrinconado y ridiculizado... el caos y la tormenta arrojan al hombre contra la roca escarpada, destruyendo todo signo de bondad y piedad, valores que a posteriori se revelan débiles e inútiles... entonces emerge la verdadera civilización, como culto al terror organizado y refinamiento de la crueldad.
Ahora bien: querámoslo o no, nosotros somos hijos de Dickens. La ideología seudoprogresista blanca, de anuncio de UNICEF, con que se almuerza el pueblo, es la de Dickens (socialdemocracia). Esa es la que nos es propia: congratularnos en la bondad, el maratón navideño, "pastillas contra el dolor ajeno". Hay buenos y malos. Los malos pierden y tú siempre ganas. Es admirable cómo Sade nos prohíbe reconciliarnos con la falsedad: él es un cínico sin complejos, como ésos que se desayunan vidas humanas como dígitos al abrigo de los índices de mercado. Y, precisamente por eso, es también un revolucionario. Él contiene la virtud como contiene el terror. Sade el incorruptible. El incondicional: sólo me entrego a aquél a quien puedo destruir. En un mundo lleno de Sades, sufrimiento y placer serían intercambiables y transitivos, en lugar de estar separados, alojados el uno en los fuertes y el otro en los débiles. Repite con Sade: el mal es indestructible, y la moral su alimento. Hay que acabar con el regocijo moralista y afrontar el terror con valentía.
Conclusión - Dickens es repulsivo, y VIRTUD ES TERROR.

¡No sin mi ficción! (mentira y arte del vivir)

¿Cómo se puede decir "yo soy..."? ¿Soy acaso capaz de salir, y luego volver, sobre un mí petrificado, inerte, al mismo tiempo objetivable, y emitir el juicio "yo soy"? 

¿Quién "es", el designador o el designado? Continua disolución del ser en el instante, emborronamiento y confusión entre el nombre y lo nombrado, voluntad múltiple que en vano pugna por su unidad. Nada puedo ser sino una representación de mí mismo, mi personaje, al que me voy sometiendo una y otra vez, al que voy validando en cada acto, en cada decir. Sólo mi personaje es, más no es sino pura ilusión. Mi voz, mi pensar son aquí autómatas al servicio de un oscuro pasajero: confluyen sólo en la apariencia. "Soy", pero inmediatamente devengo; devengo, jamás soy, pero debo tener esa fantástica ilusión: "yo soy..."

jueves, 20 de diciembre de 2012

Micromanifiesto por una fenomenología del capricho.

Somos gente seria. Nada queremos con una filosofía del rigor, una filosofía de cazadores. La precisión, la crueldad, el gran trofeo nos dan náuseas. Apostamos por un pensamiento que tropieza y espanta a la manada, por una mueca torcida y una risa terrorífica. El pintor de signos no limpia sus pinceles, los usa hasta que se pudren y luego se pone a otra cosa. Nuestros motivos son "para llevar la contra".

Queremos explicarnos.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Alzheimer

Olvidas, galeno,
Que nada valen tus cuidados.

Tienen los fármacos
Que reconocer su fracaso,
La esterilidad de todas las revoluciones y equipos de investigación.
Nada podéis hacer por el alma
Deshecha y abandonada,
No con vuestros cuidados.

Tanto más os parecéis al desguazador
Con vuestros ingenuos cálculos,
Vuestras brutales manipulaciones,
Lavadoras usadas, amasijos de tierras extrañas,
Herrumbre,
Levas magnéticas, cadenas, incrustaciones,
Microchips, nanotubos...

Nada sabéis de la costumbre,
El bicho se os resiste.
Preguntadle al publicista.
Consultad al campaign-designer.
Al marketing-assistant-
-deputy.

Despreciáis al espíritu.
Descuidáis la noche de lo real.
Os lleva Maria Teresa Campos
Doscientos años de ventaja.