viernes, 6 de julio de 2007

Propósitos

Volar sin motor, el viejo sueño; acariciar la espuma, ahogarme con el torrente de aire. Comerciar con la alegría y la liberación, despertar al lado de los poetas y arrojarme en sus brazos, entre flores y zarzas. Sacudirme el dominio con hábiles movimientos, enrocando, avanzando sigilosamente a través de un bosque de coníferas para asestar el golpe final a la incauta víctima.

Huir de la taiga a toda prisa, aún desorientado. Esquivar directos al mentón, contraatacar a mano cambiada, barajar diversas opciones por si esto no funcionase. Ser el hijo pródigo todos los días del año. Acometer un problema y sagazmente, localizar su foco y eliminarlo. Iluminar la gruta oscura, y admirar milenarios yacimientos vírgenes en su interior. Conversar animadamente sobre exquisitos trances y manjares, y objetos curiosos. Dilucidar la célula culpable de todo esto que nos está pasando, verificar que se trata de una perturbación física y extirparla; enorgullecerse de las heridas de guerra, encontrar un resquicio de amor en el corazón corrupto del coyote.

Extremar los cuidados del enfermo mudo; permanecer sereno, impávido, al escuchar la sentencia implacable y merecida. 'Swinguear el Blues'. Mirarla, abrazarla, balbucear unas pocas palabras sensatas y coherentes, enlazadas con rigor en voz y párpados. Arañar unos segundos de tiempo añadido o bajar definitivamente los brazos para evitar lesiones de cara a los próximos compromisos.

Agotador...