viernes, 25 de mayo de 2007

Aterrizaje

De repente, con una sonrisa asomando por primera vez en mucho tiempo, te giras. ¡Ja ja! ¡Qué divertido!, estoy solo. La sonrisa ya deja ver los dientes. No hay nadie en la casa. El cuarto huele a tabaco, las cortinas no dejan ver la calle. Los discos están llenos de polvo. La ropa sucia tirada por doquier. Las plantas se han muerto. Una semana, un mes, un año en un platillo volante. Voy a poner uno a toda leche. Habíamos olvidado lo bien que sonaban estos altavoces. La sonrisa es risa. Carcajada. Cosquilleo en el estómago. Tengo ganas de correr a toda velocidad calle abajo esquivando a la gente.





lunes, 21 de mayo de 2007

Relación odiosa

Ella: Cariño

El: Dime, cariño

Ella: ¿Tú me odias?

El: Si

Ella: ¿Pero de verdad?

El: Si, de verdad

Ella: Dímelo, necesito oírtelo.

El: Ya te lo he dicho mil veces.

Ella: Lo sé, pero hace tiempo que no me lo dices.

El: Duérmete, es tarde.

Ella: No me dormiré hasta que no me digas que me odias.

El: Te odio.

Ella: Así no. Dímelo de corazón.

El: ¿Qué diablos te pasa? ¿Es que no sabes que mañana he quedado con mi amante a primera hora? Me paso el día fingiendo que trabajo cuando en realidad estoy dando románticos paseos de un lado a otro. Hago el amor 6 veces al día: cinco con ella, las mejores y una contigo. Paso la noche intentando olvidar esos horribles minutos finales del día pensando que por la mañana la volveré a ver y te olvidaré al menos durante unas horas. Me dan grima tus roces nocturnos. No soporto tu voz, tus manías ni tu olor. Tu comida es asquerosa y tu vida hace años que dejó de serlo. ¿Y me preguntas que si te odio? Por supuesto que te odio, cariño. Te odio igual o más que la primera vez que te vi.

Ella: ¿Aún lo recuerdas?

El: ¿Cómo olvidarlo? Tú estabas sentada en aquel banco del parque. Yo paseaba buscando a la desesperada un motivo para vivir. Fue entonces cuando te vi, tan sonriente, tan joven, tan llena de vida. Te odié tanto que ya no pude separarme de ti.

Ella: Oh, como eres.

El: Mírate cariño, estás mas odiosa que nunca.

Ella: ¿Tú crees?

El: Te odio cariño, TE ODIO.

Ella: Yo también te odio, amor mío. Pero duerme, mañana tienes que trabajar.

El: Ya te he dicho que no voy a trabajar. Llevo años diciéndote que te engaño con una preciosa mujer que me mantiene económicamente con la única condición de que no deje de amarla con la misma intensidad.

Ella: ¿Y cómo soporta lo nuestro?

El: Ella sabe que no podría amarla igual si no te odiase a ti de la manera que lo hago cada noche.

Ella: Como te odio…

El: Y yo a ti, cariño.

viernes, 18 de mayo de 2007

Las cuerdas heteróclitas

Basta ya, con ese filtro que antepones a cada palabra. Arráncalo de cuajo, y si tu faringe se resiente, riégala con impulsos primarios, sin cuidarte de su procedencia ni de los actos que provoquen. Explota furioso, y abraza la inmensidad. Llora lo que el vértigo te deje. Mírame a los ojos, desnúdate y muéstrame el animal que grita desesperado su encierro. Préstale voz a él, desdeña a su carcelero y destiérralo, porque un día será su verdugo.

Dilata las paredes que confinan tu iniciativa en un minúsculo punto. Sujeta la superficie resultante entre las manos, estírala y desenróllala sobre sí misma hasta perder de vista su extremo. Púlela con invisible pátina, y desliza tu cuerpo por ella sin esperar la caída. No llegará, y si vuelves al punto de partida, ya todo habrá cambiado. Sepárate ahora de la cinta. Desde dos puntos alejados, puedes tirar hacia ti, y verás que en su ensanche cada fragmento de la curva aumenta de longitud. Suéltala. ¿Ves que se propaga ilimitadamente? Lo hará por siempre.

Sírvete de las trayectorias que te propone. Reniega de las líneas rectas, y zambúllete en el vacío de los espacios infinitos. Desde hoy, cada punto de inflexión que atravieses supondrá un nuevo escenario para ti. No te asustes ante lo caótico de tus caminos, ni ante los vertiginosos descensos de las hipérboles. Huye de las plácidas mesetas de la certeza para vagar por escarpados senderos hacia alguna cumbre. Cree en la alquimia y en el arte, y abandera las causas perdidas.

Quítate esos andrajos, y péinate un poco. Estira tus músculos, una larga travesía te espera.

jueves, 17 de mayo de 2007

Mientras Tanto

PRESENTADOR: ¿Para qué hemos venido al mundo? Es una importante pregunta, pero pregunta más importante es: ¿Qué hacemos mientras intentamos responder?
¿Mientras tanto, jugar a una partida de naipes bajo la sombra de una sombrilla?

PÚBLICO: ¡Sííí!

PRESENTADOR: ¿Mientras tanto procrear con alguien?

PÚBLICO: ¡Sííí!

PRESENTADOR: ¿ Mientras tanto estudiar sustancias curativas de origen vegetal?

PÚBLICO: ¡Sííí!

PRESENTADOR: ¿Mientras tanto trabajar en una fábrica de aceros?

PÚBLICO: ¡Sííí!

PRESENTADOR: Bienvenidos, un día más a... ¡¡¡MIENTRAS TANTO!!!

PÚBLICO: (Aplausos)

PRESENTADOR: Chicas y chicos, demos la bienvenida a nuestro invitado de hoy. Porque hoy, mientras tanto, aprenderemos a CREAR UNA CANCIÓN CON EL RESGUARDO DE UN MOVIMIENTO BANCARIO.

PÚBLICO: (Aplausos)

INVITADO: Hola. Muy buenas. Muchos de ustedes se habrán preguntado qué hacer con los resguardos que te entregan cuando haces un movimiento u operación en un banco, un banco de los de guardar dinero, se entiende. No te digo si es sano o no guardarlos. Yo creo que los guardo porque desconfío de la gente. De todas las personas, en general. Bueno, eso no viene al caso. La cosa es que con un papelajo de esos se pueden echar unos ratos muy divertidos, solos o en compañía de algún ser querido. Antes no quería interrumpir al señor presentador, que estamos aquí grabando y no queda bien, pero en realidad se puede no sólo crear una canción sino un grupo de música entero y todo. Empecemos.

A ver, necesitamos: ordenador, guitarra, un resguardo antiguo de estos que ustedes suelen guardar. Yo tengo aquí uno, de un ingreso que hice para un viaje de la universidad. Por seguridad, no voy a incluir los datos personales ni los de la cuenta bancaria.

BANCO SANTANDER
Nº OPERACION.: 0049 0266 07EMG 00030501


A ver, el nombre del grupo: pues podemos coger sencillamente y hacer un juego de palabras con el nombre del banco. Podríamos poner el nombre del banco directamente, pero claro, esa gente son poderosos y tienen buenos abogados y como quieran joderte, con perdón, lo hacen. A mí se me ocurre, por ejemplo, de BANCO SANTANDER a Bangkok-Santander, que queda muy de mestizaje y abajo fronteras y todo eso.

Con los primeros 4 dígitos, 0049, escogeremos los instrumentos de nuestro patrón rítmico. A cada número le corresponde un tipo de percusión. Esto puede hacerse con un programita muy sencillo como el Hammerhead.

Los 6 dígitos siguientes, 026607, serán el acorde básico de guitarra con el que acompañaremos nuestra canción. Cada dígito corresponde al traste de una cuerda.

Con las siguientes tres letras EMG haremos varias cosas. Construiremos la letra de la canción. Buscamos dos palabras que contengan EMG, y con ellas construiremos un par de frases, que serán suficientes:

EMerGe del mar una criutura sideral.
Te vamos a EMbarGar hasta las ganas de llorar.

Ahora, con cada letra elegiremos tres conceptos contemporáneos que nos ayudarán un poco a darle forma a la canción. Por ejemplo:
E de Elvis
M de Mickey
G de Garage.


Ahora mezclamos los elementos: cantaremos al estilo Elvis, incluiremos el sonido de algún video de Mickey Mouse, y todo sonará al ritmo de garage rock. Pero vaya, que también valdría cantar como Mickey Mouse, ritmos de algun tema de Elvis e incluir sonidos de garajes que se abren y cierran, por decir algo. Las fusiones estas quedan muy bien. Pues introducimos Mickey Mouse en Youtube y seleccionamos el primero que nos salga (http://www.youtube.com/watch?v=byaMd_PNyIY). Hacemos lo mismo en Google imágenes y ya tenemos la portada del single (http://de.easyart.com/kunstdrucke/Disney/Mickey-Mouse-5854.html). Buscamos garage rock en Allmusic e intentamos adecuar el ritmo de nuestra canción al ritmo de la primera canción que venga como referencia (http://www.allmusic.com/cg/amg.dll?p=amg&sql=77:411).

Por último emplearemos los 8 últimos dígitos, 00030501, para un riff de guitarra en la primera cuerda. ¡Ahora a cantar y a tocar!

Y ya tenemos nuestro grupo de música y nuestra canción. Esto es algo que ahora está muy de moda, abrirse un myspace o un blog y colgar cosas. La verdad es que es algo que puede molar, aunque luego a la gente le da vergüenza decir que tiene una página pero luego le encanta que la lean, y lo de los comentarios y eso, todo el submundo ese. En realidad pues que cada uno haga lo que quiera, supongo...

Bueno, me está diciendo aquí el señor de la cámara que tengo que ir cortando pero es que quería decirle a mi padre que estoy bien, si es que me está viendo. Y también lanzar una pequeña reflexión, muy rápida. A ver, porque si cada papelajo que guardamos puede ser una canción, entonces cada canción podría corresponder a un papelajo ¿no? Entonces...

PRESENTADOR: Muchas gracias por haber venido...

INVITADO: eso, que entonces un día me di cuenta que una canción de los Rolling Stones...

PÚBLICO: (Aplausos)

INVITADO: que una canción de los Rolling se parecía muchísimo a los análisis de sangre de mi abuela, que es diábetica...entonces me pregunté...

PÚBLICO: (Aplausos más intensos)

INVITADO: me pregunté si la ópera de Wagner El Ocaso de los Dioses podría corresponder con los planos de construcción del satélite HISPASAT y no sé...

PÚBLICO: (Aplausos intensos y silbidos)

INVITADO: no sé, yo sólo quería compartir esto con ustedes, y además...

PRESENTADOR: ¡Mientras Tanto hasta el próximo día! ¡Muchas gracias, Señoras, señores, niños, perros y gatos!

INVITADO: (CASI INAUDIBLE) ¡Un momento!¡No tiréis los resguardos por si acaso! ¡Ni las entradas de cine! ¡Ni los billetes de lotería sin premio!...






Pulsa abajo para escuchar "mickeymouse", el primer single de Bangkok-Santander.

martes, 15 de mayo de 2007

Un brindis

Esta copa va por ti.

Me gusta lo seco de tu sabor,
y torcer el gesto de primeras
al enjugar mi boca.
Deleitas mi garganta,
y mis entrañas calientas.

Celebro tu aspereza,
intensidad y franqueza.
Celebro que rasgues mi vientre como papel,
y te siento en los martinetes de Agujetas.

Si bien mañana me consumirás,
hoy eres mi única verdad.
Al mirarme al espejo, veré lo que hay;
en mis ojos se mostrará
la realidad de tu daño.

Beberé el último trago
antes de que la feliz mentira
mi voluntad atempere,
y la hipócrita ilusión
en su seno me cebe,
ávida de rebaños.

Hoy, con relajo y sin reserva,
me entrego a ti, desengaño.



domingo, 13 de mayo de 2007

La Señora Dureza como medio expresivo

La Señora Dureza se muestra como un complejo que en su concepción innata crece con unos límites los cuales no se pretenden superar, cual bebé que empieza a ver el mundo e intentar reproducir a su manera lo que éste le muestra. De otra manera podríamos llamarlo como un medio de generación de la forma, en su in[concreta] manera de expresión. Cada instante tiene una concreta ubicación en el espacio material y el el tiempo. Y solo se produce en ése preciso instante, ni previos, ni posteriores.

Al oír a La Señora Dureza, las impresiones son claramente paralelas a sus visiones: las piezas no han sido ni comentadas, ni preparadas previamente por sus componentes; a su vez tampoco han sido reproducidas ni por sus componentes, ni hay alguna intención de trabajarlas, al menos hasta ahora. La idea trata de intentar generar una masa, heterogénea y libre en todas sus maneras, conformada por todo tipo de compuestos e influencias: y gozar de la misma, a la par que intentar enriquecerla, disfrutando la plena libertad que da el hecho mismo de considerarlo como un medio expresivo con estas premisas.

Antes de leer todo esto hay que presentar a la mismísima La Señora Dureza: mujer, 68 años, estatura media de una persona de su edad con el pelo tintado de un color marroncillo. Gafas de culo de botella y con ella siempre va su bolsa, de la cual puede sacar todo tipo de aparatos para sorprender a su espectador. Va sin prisas por la vida, masticando y digiriendo cada alimento que su organismo absorbe, e intentando mostrar la complejidad (o deseos de no comprender lo normal como única vía ejecutable) de hoy día, partiendo desde una base forjada con los principios más básicos de la humanidad.

La música, como decía Duke Ellington, se divide en dos tipos: la música buena y la música mala. Sin duda, la música buena se genera en su mayor parte en los inicios de su vida musical, y en sus tramos finales, cuando ya se ha alcanzado cierta experiencia, y experimentación, con las modalidades precisas. Y la opción de La Señora Dureza es jugar con estas dos variantes: quedarnos en ese punto de inflexión o vivencias primarias, y partir de ahí con una experimentación de los distintos caminos, que van surgiendo a lo largo de este recorrido. Y eso, eso,, eso eso es lo que presentamos, y representamos. Disfruten, si pueden.



jueves, 10 de mayo de 2007

Ridiculario

TEMA 3: costumbrismo y amor en primavera

tomando un café.



la tortilla de patatas.


un perro y nadie más.


Elija la respuesta correcta:

a. El tedio me lo impide.
b. Sólo consigo marearme y decepcionarme.
c. No sé lo que es el costumbrismo y el amor en primavera.



miércoles, 9 de mayo de 2007

vacas y pasteles de ida y vuelta

martes, 8 de mayo de 2007

Espeleología

Agarra firme el tirador, atrae la compuerta derecha con esa mano, y con la zurda empuja. Casi nos caemos...Eres valiente, pero atolondrada. A ver si viene Guillermo a arreglar esto, joder. Cuidado con la alfombra, esos diabólicos hilillos pueden ser fatales a poco que te enredes. Das algo de luz con un fósforo barato. Dos. Tres. ¡Coña! Aaahí estamos. Las dos últimas pestañas arden al momento, qué olor tan desagradable y qué infinita torpeza, una vez más, y aumentan de diámetro tus pupilas, con esfuerzo. Casi te deslumbras, pero sigues sin ver un cipote. Se trataba de un claro farol.

Segura de estar, al menos, jugándotela un poco te inclinas, con las manos a modo de parachoques, y topas con la mesita de noche. ¡Uuhhh, tierra a la vista! Situémonos, un poco de sosiego...Años y años después, aún prácticamente ciega, sigues siendo incapaz de mecanizar tus movimientos por mucho que lo necesites. ¡Es una puta cuestión de supervivencia, diablos!

Ahora, María, no se trata de partirte el espinazo currándote el guiso ese tan original de bacalao con garbanzos del que Irene, la del almacén, te hablaba con el orgullo propio de quien se sabe artista; esta tarea, por ardua y evitable, desembocará seguramente en algún bar de la calle Feria. Tampoco se trata de divagar sobre viejos y nuevos libros con Agustín, el vagabundo yonqui del callejón del mercado. Sólo hablamos de un mísero paseo por tu habitación. Pero claro, me vienes aquí prácticamente impedida como estás, y además hecha una borrachuza, apestando brutalmente a bourbon y sumida en un extático frenesí tras la disquisición sobre jazz que se ha desatado esta noche entre tus camaradas, en Plaza de San Marcos.

Pobres decadentes, estarán ahora pasando las de Cristo, al igual que yo. De todos modos, mañana no me puedo olvidar de escuchar ese disquito de Duke Ellington. Con tanto afán de mantener el espíritu de vanguardia, a veces se olvida una de los grandes clásicos...
Un par de pasos y llegamos. Apóyate en la mesilla, arrastra los pies y al notar el frío del edredón, te dejas caer a lo trapo. Perfecto.

Qué bien se está aquí, Dios mío. Todavía admitiría hasta un traguito más. A ver aquí en el cajón...Qué mierda. En fin, lo que queda es deleitarme con estas últimas gotitas de Jim Bean ¡Ese sabor afrutado! ¡Ese aroma a vieja cabaña sureña! Mi cama, barquilla entre maderas crujientes, me mece rítmicamente, y parece que abandona el piso, portándome a mí y también a una grotesca troupe de pelusas en rebelión con restos de comida poco identificables -algunos, demasiado aceitosos-. Muchas se han pegado a la sábana, estirándose, formando cortina hasta el suelo, y mañana te arrepentirás de este viaje.

Aunque rápidamente sonreirás, e inevitablemente volverás a las andadas...

domingo, 6 de mayo de 2007

Pasión de lija.

'La heroína coagulada en las venas de Béla Lugosi'. Cada vez que lo relee, el texto parece volverse más plástico. Cada vez pierde más consistencia y se revela más absurdo. Vuelve a la parte superior de la página. 'Pasión de lija'. Posiblemente, el título sea lo peor de todo. Se le hace un nudo en el estómago y comienza a leer una vez más.

Ismael tiene entre sus manos 'Pasión de terciopelo', una pequeña antología poética que el Ayuntamiento de Salamanca le publicó hace ocho años. El libro consta de treinta y una páginas y recoge veintiséis de sus poemas (casi todos los que escribió). Se cierra con 'Pasión de lija', el escrito del que más orgulloso se haya sentido nunca. 'Un texto inteligente y maduro' según dijo en su día La Gaceta de Salamanca. Aquel poema representó para Ismael un radical punto de ruptura en su trabajo, un provocativo golpe de efecto que le abría las puertas a un lenguaje propio y versátil. 'Pasión de lija' fue el último poema que Ismael escribió. De 'Pasión de terciopelo' se vendieron cuarenta y dos ejemplares.

No sabe quién diablos le mandó recuperar el libro después de tantos años de olvido, pero después de echarle la primera ojeada lo habrá revisado unas cincuenta veces a lo largo de la tarde sin poder dejarlo a un lado. La nostalgia provocada por las primeras lecturas pronto se transformó en un ligero sentimiento de vergüenza que, poco a poco, ganó intensidad hasta convertirse en repugnancia. Ahora, se da cuenta de que esa repugnancia también ha desaparecido. Ismael mira el libro con total indiferencia y siente que no existe vínculo alguno entre él y el objeto que tiene entre las manos. El libro ha quedado vacío de significado. La vista de Ismael pasea mecánicamente entre las palabras gelatinosas y ridículas. No consigue encontrarle ningún sentido a nada de lo que lee y se aburre a más no poder.

Una vez más, llega al último verso. 'La heroína coagulada en las venas de Béla Lugosi'. Ismael no ha visto en su vida un solo gramo de heroína. ¿Podrá esa droga coagularse en las venas de un ser humano? Diría que sí. Cree recordar que sacó la idea leyendo a William Burroughs.

Cierra el libro y lo observa con calma. Las tapas son negras, el título y su nombre están escritos en courier blanca. En la contraportada, acompañada de una reducida e irrelevante seña biográfica, aperece una foto del autor, siempre en blanco y negro: Pelo moreno muy corto, gruesas patillas cuidadosamente perfiladas, labios apretados en desafiante actitud de seriedad, ceño ligeramente fruncido, pesadas gafas de pasta negra, pómulos tristemente desinflados. El tipo de la foto no parece otra cosa que no sea una oveja cabreada. Puede que sea por eso de los pómulos. Ismael se reconoce con desgana en esa estúpida fotografía. No es la primera vez que piensa que es un imbécil.

Se levanta del sofá y vuelve a colocar 'Pasión de terciopelo' en el hueco correspondiente de su librería. Entre Kundera y Moravia, como manda el orden alfabético (Ismael Lugo). Gira sobre sí mismo, le da la espalda a los libros y mira a su alrededor. Apenás se había dado cuenta de que casi ha anochecido. Pasea por la casa bajando persianas y encendiendo luces aleatoriamente. En su cabeza rebotan las palabras 'pasión de lija' y 'heroína coagulada'.

Se intenta distraer viendo un poco la televisión en la cocina. Prueba con un debate sobre la conveniencia de los matrimonios de sangre azul. Los tertulianos discuten airadamente, pero la atención de Ismael está a kilómetros del programa. Alza el volumen al máximo y sólo logra confundirse y perderse aún más. Se levanta impulsivamente y se dirige al salón, en dirección a la biblioteca.

Extrae del estante 'Pasión de terciopelo' y va a su dormitorio. La televisión grita: '¡Me parece una actitud aborreciblemente reaccionaria!...'. Ismael mete el libro en el interior de un cajón lleno de desordenados recuerdos de su adolescencia que nunca abre. -'... ¡Sobre cosas así se cimienta el futuro de una nación!...'-. Cierra el cajón, pasa por la cocina para apagar la tele y vuelve al salón.

Ismael se acerca a la librería. Redistribuye cuidadosamente los libros, cubriendo el hueco dejado por 'Pasión de terciopelo'. Le gustaría sentirse aliviado, pero su tedio no deja paso a nada más. No se encuentra mal, sólo desganado. Fugazmente, piensa que su vida no es más que una absurda sucesión de mediocridades, aunque prefiere no torturarse; no serviría de nada... Tardará poco en olvidarse de 'Pasíon de terciopelo'. Se conoce bien y confía en que así será.

Alberto Moravia y Milan Kundera descasan en la librería pegados el uno al otro. 'Y que lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre', murmura Ismael mientras sonríe a la entrañable pareja.







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Pasión de lija.
(Texto original*)



Pasión de lija,

Nuestro tiempo araña
los huesos astillados de los mártires.

El coche abandonado de John Kennedy Toole,
la cocaína ardiendo en el tabique nasal de Camarón,
el rastro de pólvora entre los dedos de Kurt Cobain.


Pasión de lija,

La vida araña,
nuestro tiempo se apaga.

La mirada perdida de Diego Armando Maradona,
el último crujido del corazón de Klaus Kinski,
la heroína coagulada en las venas de Béla Lugosi.



* Lugo, Ismael. 'Pasión de terciopelo'.
Ayuntamiento de Salamanca, 1999.


miércoles, 2 de mayo de 2007

kaixo, amets.

ayer me dejé en bilbao un paraguas viejo, un libro regalado, un jersey naranja y mis ganas de montar en bicicleta. yo, como rehén, tengo su libro de galeano encima de la mesilla de noche.

pero todo eso es lo de menos.


martes, 1 de mayo de 2007

Ridiculario

Entre estas tres ilustraciones, indique con cuál de ellas se siente más identificado:

a. La pescadilla que se come la cola:



b. La pescadilla que se come la cola:


c. La pescadilla que se come la cola:

Ilustraciones de Alfonso y Álvaro

We accept you! One of us!

playmobil