domingo, 13 de mayo de 2007

La Señora Dureza como medio expresivo

La Señora Dureza se muestra como un complejo que en su concepción innata crece con unos límites los cuales no se pretenden superar, cual bebé que empieza a ver el mundo e intentar reproducir a su manera lo que éste le muestra. De otra manera podríamos llamarlo como un medio de generación de la forma, en su in[concreta] manera de expresión. Cada instante tiene una concreta ubicación en el espacio material y el el tiempo. Y solo se produce en ése preciso instante, ni previos, ni posteriores.

Al oír a La Señora Dureza, las impresiones son claramente paralelas a sus visiones: las piezas no han sido ni comentadas, ni preparadas previamente por sus componentes; a su vez tampoco han sido reproducidas ni por sus componentes, ni hay alguna intención de trabajarlas, al menos hasta ahora. La idea trata de intentar generar una masa, heterogénea y libre en todas sus maneras, conformada por todo tipo de compuestos e influencias: y gozar de la misma, a la par que intentar enriquecerla, disfrutando la plena libertad que da el hecho mismo de considerarlo como un medio expresivo con estas premisas.

Antes de leer todo esto hay que presentar a la mismísima La Señora Dureza: mujer, 68 años, estatura media de una persona de su edad con el pelo tintado de un color marroncillo. Gafas de culo de botella y con ella siempre va su bolsa, de la cual puede sacar todo tipo de aparatos para sorprender a su espectador. Va sin prisas por la vida, masticando y digiriendo cada alimento que su organismo absorbe, e intentando mostrar la complejidad (o deseos de no comprender lo normal como única vía ejecutable) de hoy día, partiendo desde una base forjada con los principios más básicos de la humanidad.

La música, como decía Duke Ellington, se divide en dos tipos: la música buena y la música mala. Sin duda, la música buena se genera en su mayor parte en los inicios de su vida musical, y en sus tramos finales, cuando ya se ha alcanzado cierta experiencia, y experimentación, con las modalidades precisas. Y la opción de La Señora Dureza es jugar con estas dos variantes: quedarnos en ese punto de inflexión o vivencias primarias, y partir de ahí con una experimentación de los distintos caminos, que van surgiendo a lo largo de este recorrido. Y eso, eso,, eso eso es lo que presentamos, y representamos. Disfruten, si pueden.